Marcadito 23/05/2007.

Hoy la policia le madrugó a los Buhoneros y no pudieron montar el mercado de los Miércoles. La policía y los vigilantes de tránsito, en una acción combinada, impidieron la ocupación de las calles que comúnmente ocupan los comerciantes informales. Por cierto observé que algunos de los que venden verduras ocuparon espacio enfrente de la Bomba de Gasolina de la Avenida Libertador. Por supuesto el tráfico se volvió un caos pues algunas calles estaban cerradas al tránsito vehicular.

Esperemos a ver en que para esto pues no ví una disposición de los buhoneros a olvidarse de su mercado de los Miércoles.

Higiene en el Mercadito del Centro de Cabudare

Representantes de los buhoheros del Mercadito, en declaraciones que aparecen en el Impulso del 20/05/2007 (página C10), expresan que no se mudan debido a la falta de seguridad e higiene en las terrazas ofrecidas por la Alcaldía

de Palavecino. Les puedo creer lo de la seguridad, pero no lo de la higiene pues la fotos muestran como quedan la calles después que desarrollan las actividades de los Miércoles. Qué tal?

El Mercado de los Miércoles...

Desde hace alrededor de tres semanas se viene hablando de la eliminación del Mercado de los Miércoles, asentado en pleno centro de la ciudad de Cabudare, sin importar los múltiples problemas que genera. La Alcaldesa, funcionarios de la alcaldía, habitantes del sector afectado, clientes del mercado y por supuesto los buhoneros se han comportado como unos verdaderos paladines de su posición. La verdad de todo es que los "machos" de esta película son los buhoneros, pues a pesar de la prohibición de instalarse, lo han hecho sin importarle las advertencias de la policia. La semana pasada y la anterior, los niños de algunos colegios privados cercanos al área del mercado ha perdido sus clases por el temor de disturbios que cada semana parecen más cerca. Creo que lo faltante acá es una verdadera autoridad y llegar a los acuerdos pertinentes, lo antes posible.
Por ahora, los buhoneros parecen ir ganando esta partida, a pesar de que no tienen la razón.